En este artículo te contamos algunas de las estrategias que ayudan a reducir las emisiones contaminantes de las flotas para conseguir una logística sostenible.
La sostenibilidad es uno de los grandes retos de las compañías del siglo XXI. La sociedad y los gobiernos son cada vez más críticos con respecto a las buenas prácticas medioambientales y penalizan la generación de desperdicio y la emisión de gases contaminantes.
Como el transporte es una de las actividades que más contaminación genera en la actualidad, no es de extrañar la gran conciencia del sector sobre la importancia de trabajar en una transición ecológica y lograr un futuro más sostenible.
Los integrantes de la cadena de suministro y todos los agentes implicados en el transporte están poniendo el foco en mejorar sus activos y procesos para contar con una logística sostenible. Veamos cuáles son las estrategias que están llevando a cabo:
Estrategias para una logística sostenible
Para lograr una reducción del impacto ambiental de la operativa logística las compañías pueden ayudarse de:
- Uso de energías limpias. En este punto las compañías pueden inclinarse por el uso de vehículos impulsados por energía limpia o combustibles alternativos. De hecho, cada vez se ven más compañías logísticas con flotas de vehículos eléctricos.
- Optimización de recursos y capacidades. La optimización de los recursos, como el dimensionamiento adecuado de la flota o la planificación óptima del transporte, maximiza el uso de los vehículos y elimina los desplazamientos en vacío. De esta manera, si podemos realizar los repartos del día asegurando las entregas en tiempo con 20 camiones, no será necesario utilizar 30 vehículos con el consiguiente ahorro de combustible y contaminación.
- Optimización de rutas. Optimizar las rutas de transporte ayuda a los conductores a tomar el camino más rápido, reducir el kilometraje, el uso de combustible y, por consiguiente, las emisiones contaminantes.
- Buenos hábitos de conducción. También se puede formar a los conductores en buenos hábitos de conducción que ahorren combustible y alarguen la vida útil de la flota.
- Comunicación fluida con el cliente. Planificar las entregas con ventanas de tiempo ajustadas, con suficiente antelación y manteniendo una comunicación continua con el cliente reducirá el volumen de entregas fallidas, y por lo tanto kilómetros innecesarios de uso de combustible.
- Mantenimiento óptimo. Las compañías pueden controlar aspectos clave de mantenimiento para reducir el consumo de combustible, como el desgaste de los neumáticos. Además, utilizando el mantenimiento predictivo pueden cambiar piezas o componentes antes de que fallen y renovar la flota en el momento óptimo.
Existen soluciones de planificación y optimización inteligentes que ayudan a gestionar los activos y procesos logísticos de la manera más eficiente y sostenible posible. El uso de este tipo de herramientas puede reducir hasta en un 20% las emisiones de CO2 por el mejor aprovechamiento de los vehículos.
Además de reducir las emisiones contaminantes estas soluciones permiten maximizar la vida útil de la flota, reducir los costes operativos y mejorar la productividades y rentabilidad de las operaciones logísticas. En caso de incidencia o avería estos sistemas son capaces de replanificar la flota en tiempo real de manera óptima, enviando al vehículo más próximo disponible.
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