Según la consultora tecnológica Gartner para 2025 siete de cada diez aplicaciones tecnológicas serán low-code. ¿Sabes qué es esta nueva tendencia y qué supone para las compañías, su operativa diaria y su adaptación a los cambios e incertidumbre actual? Te lo contamos en este artículo.
¿Qué es la tecnología de código bajo o low-code?
La tecnología low-code es aquella cuyo desarrollo software requiere poca o ninguna codificación para construir aplicaciones y procesos. Está pensada para que profesionales no técnicos se conviertan en perfiles híbridos capaces de crear soluciones que faciliten la operativa diaria en las empresas, ya que no necesitan complejos lenguajes de programación.
Algunas de las características de este tipo de tecnología son:
- Utilizan herramientas de modelado visual para reflejar los detalles de un modo que todo el mundo puede entender.
- Incorporan funcionalidades como “arrastrar y soltar” para facilitar el proceso de producción.
- Suelen contar con la funcionalidad OOTB (out-of-the-box) con componentes reutilizables, eliminando la necesidad de crear componentes clave para las aplicaciones desde el principio.
- Son tecnologías que ofrecen una alta escalabilidad.
Estas características hacen que la tecnología low-code tenga un tiempo de entrega de las aplicaciones sin precedentes, lo que resulta de gran valor en un mundo altamente cambiante.
Qué beneficios aporta la tecnología low-code a las compañías
Las tecnologías low-code gracias a no necesitar de perfiles técnicos, consiguen:
- Reducir los tiempos de puesta en producción de las aplicaciones.
- Una mayor agilidad a la hora de realizar cambios en las decisiones, los procesos y las aplicaciones, al reducirse la dependencia de los departamentos de IT.
- Respuestas más rápidas a las necesidades cambiantes del negocio y de los clientes.
- Reducir costes y tiempos de mantenimiento de las aplicaciones.
- Mejorar la escalabilidad de los sistemas y el enfoque de mejora continua.
- Reducir la urgencia de contar con más talento digital en un momento en el que la necesidad de implementar tecnología es mayor que nunca.
Al ser una alternativa rápida y sencilla al desarrollo de software convencional, está ganando una gran popularidad en los últimos años. Gracias a ella las compañías pueden construir una amplia variedad de aplicaciones para facilitar la transformación digital, satisfacer la demanda del mercado y del negocio, y simplificar los procesos operativos.
Un ejemplo de tecnología low-code son las plataformas de Hiperautomatización, que están diseñadas para que los usuarios de negocio (no técnicos) puedan diseñar, crear y ejecutar servicios de Automatización Inteligente, aplicaciones y trabajadores digitales sin necesidad de depender de los departamentos de IT. De esta manera pueden realizar cambios y subirlos a producción de una manera más rápida, sin perder valor de negocio.
¿Quieres conocer más sobre este tipo de tecnología low-code?
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