Este artículo pertenece a “Energy Series: Hoja de ruta para una energ-IA sostenible y digital”, una serie de artículos sobre la aplicación de Inteligencia Artificial y Analítica Avanzada para sacar sobresaliente en el nuevo paradigma del sector energético.
- Retos del sector energético en la era sostenible digital
- Inteligencia Artificial y Analítica Avanzada en el sector energético
- Casos de éxito en energ-IA: Impacto real de soluciones implementadas
- Metodología e implementación: Empieza el camino hacia la energ-IA sostenible y digital
Según Eurostat la dependencia energética exterior de España en 2021 fue de aproximadamente el 69,1%. Esto significa que el país tuvo que importar alrededor de dos terceras partes de la energía primaria consumida debido a la escasez de recursos energéticos, principalmente combustibles fósiles. La buena noticia es que, de la producción energética generada, las energías renovables representan cada vez un porcentaje mayor.
En 2023 las energías verdes representaron aproximadamente el 45% de la generación eléctrica española.
Estos datos van en línea con las principales tendencias del sector, como el aumento de inversión en energías renovables, la reducción de emisiones de CO2 de acuerdo con los objetivos de la Unión Europea para 2030, o la modernización de la red eléctrica para mejorar su capacidad y flexibilidad.
Sin duda, el sector energético está en una fase de transición dinámica hacia un futuro energético sostenible y digital, en el que la innovación tecnológica tendrá un papel protagonista.
Nuestro colaborador y Consultor de Negocio, Julio Lema, ha identificado los principales retos a los que se está enfrentando y se enfrentará el sector a lo largo de esta transición. En este artículo queremos poner el foco en cada uno de ellos:
Eficiencia operativa y reducción de costes
La búsqueda de la eficiencia operativa y la optimización de costes son aspectos fundamentales para cualquier empresa, y por supuesto para las compañías energéticas, sobre todo en un contexto de transición energética y creciente competencia. Operar de una manera más eficiente no sólo reduce los costes, sino que desencadena muchos más beneficios como la mejora de la experiencia del cliente, la satisfacción de los empleados, la reducción de desperdicio o incluso de emisiones contaminantes.
Algunas compañías ya están:
- automatizando procesos o infraestructuras para realizar una gestión más eficiente de sus redes eléctricas y reducir al mínimo las pérdidas de energía,
- implementando sistemas de mantenimiento predictivo para adelantarse a los fallos, reduciendo los costes de reparación y tiempo de inactividad, a la vez que mejoran la longevidad de los activos y la eficiencia general de la red,
- midiendo de manera precisa y en tiempo real del consumo energético, facilitando la gestión eficiente del suministro y la detección temprana de anomalías.
Integración de energías renovables
Otro reto patente es la integración de energías renovables en el mix energético. Un punto fundamental para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones y sostenibilidad.
La integración de este tipo de energías es bastante complicada debido a la naturaleza intermitente y variable de sus fuentes de energía como el sol o el viento. Por eso, para integrar eficientemente las energías renovables y garantizar la estabilidad y fiabilidad del suministro eléctrico, las compañías energéticas están aplicando mejoras en la infraestructura de la red eléctrica e innovaciones tecnológicas para el almacenamiento y la gestión de la energía. Por ejemplo, conocer la demanda futura de consumo energético a través de modelos predictivos permite ajustar de manera óptima la producción y el almacenamiento.
Mantenimiento predictivo y gestión de activos
En la búsqueda por garantizar la fiabilidad y eficiencia operativa de las infraestructuras, el mantenimiento y la gestión de activos cobran un papel importante. La tendencia en esta área es adoptar enfoques cada vez más avanzados y proactivos de mantenimiento para hacer frente a unas instalaciones cada vez más envejecidas, la presión por reducir los costes operativos y la necesidad de minimizar interrupciones en el suministro eléctrico.
En el área de mantenimiento las empresas cada vez están haciendo más uso de sensores para la recopilación de datos en tiempo real sobre el estado de los activos, para, posteriormente aplicar mantenimiento predictivo. Este tipo de mantenimiento utiliza algoritmos de inteligencia artificial y técnicas de analítica avanzada para identificar patrones y tendencias en los datos, permitiendo predecir con mayor precisión cuándo es probable que un componente falle y planificar intervenciones antes de que se produzca una avería.
También se está utilizando la analítica avanzada para planificar los trabajos de mantenimiento de una manera óptima teniendo en cuenta disponibilidad del personal, su capacitación, las herramientas requeridas para el trabajo, rutas, etc.
Cumplimiento regulatorio y sostenibilidad
Otro punto a tener en cuenta es el cumplimiento de las regulaciones y políticas energéticas.
Actualmente las compañías energéticas españolas deben cumplir con normativas como la Directiva Europea de Energías Renovables (RED II), la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, o el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030. Estas normativas establecen un marco regulatorio que incluye estrictas normativas ambientales y objetivos ambiciosos de descarbonización establecidos tanto a nivel nacional como internacional. Con este marco regulatorio se busca la reducción de emisiones a través del aumento de la capacidad renovable y la reducción de las fuentes de energía más contaminantes.
Algunos de los objetivos son:
- Reducción del 23% en las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, en comparación con los niveles de 1990.
- Alcanzar una capacidad instalada de energías renovables del 74% para 2030.
- Incrementar la eficiencia energética en un 39,5%.
- 5 millones de vehículos eléctricos en 2030.
Gestión de datos y seguridad
Por último, otro de los retos detectados es el relacionado con la gestión de los datos y la seguridad. En un mundo cada vez más conectado y digital, las compañías deben manejar grandes cantidades de datos provenientes de múltiples fuentes de información, como sensores, sistemas de monitorización, etc.
Mantener la seguridad de esos datos es necesario para proteger la infraestructura crítica, asegurar la continuidad del suministro eléctrico, y cumplir con las normativas relativas a protección de datos y ciberseguridad. Actualmente las compañías deben cumplir con el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea, la Directiva NIS (Seguridad de Redes y Sistemas de Información), y la Ley de Protección de Infraestructuras Críticas. Esto significa que deben:
- garantizar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los datos personales y notificar cualquier violación de seguridad de los mismos.
- implementar medidas de seguridad de las redes y sistemas de información adecuadas y notificar incidentes significativos a las autoridades nacionales competentes
- desarrollar planes de seguridad específicos para la protección de las infraestructuras críticas, y colaborar con las autoridades para proteger las infraestructuras contra amenazas y ataques cibernéticos.
Las compañías energéticas están adoptando diferentes certificaciones ISO para garantizar la seguridad de sus datos e infraestructuras, como la ISO 27001 de seguridad de la información, la ISO 27019 de seguridad de sistemas de control, la ISO 27701 de gestión de la privacidad de información personal, o las ISO 27017 e ISO 27018 de seguridad en entornos Cloud.
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