Según un reciente estudio llevado a cabo por IFS a más de 600 altos cargos de grandes entidades energéticas a nivel global, siguen existiendo barreras significativas en la adopción tecnológica del sector. Sólo un 17 % de las empresas encuestadas dicen haberse embarcado en un viaje de transformación digital, aunque el 72% de ellas destaca el análisis de datos como una de las estrategias clave de cara a los próximos años.
La complejidad inherente del sector energético obliga a las empresas generadoras, distribuidoras y comercializadoras de energía a utilizar soluciones que les ayuden a mejorar su toma de decisiones, maximizar el rendimiento de sus recursos, minimizar el riesgo y gestionar la incertidumbre actual, asegurando el suministro de una manera rentable en todo momento.
¿Qué áreas consideran las compañías energéticas prioritarias a la hora de aplicar herramientas tecnológicas? La mayoría coinciden en áreas como el mantenimiento de instalaciones, la reparación de averías, la compraventa de electricidad en el mercado energético, y la planificación logística. En este artículo nos centraremos en un caso concreto, la planificación logística de suministro y almacenamiento de gas natural.
Aplicando inteligencia a la planificación logística del gas natural
Las decisiones relacionadas con la planificación logística de gas se rigen por la Comisión Reguladora de la Energía (CRE) en cada país. Eso significa que, a la hora de realizar esta programación, una compañía energética que opere a nivel internacional debe tener en cuenta no sólo multitud de variables, sino también las particularidades de cada uno de los países en los que opera. Este hecho añade mayor complicación a un proceso ya de por sí complejo en el que entran en juego múltiples actores, variables, restricciones y unos altísimos costes operativos.
Utilizar herramientas analíticas avanzadas puede ayudar a las compañías a realizar una planificación logística óptima del gas natural, es decir, una planificación que:
- Minimice los altos costes operativos asociados al uso de los gaseoductos (propios o externos), al almacenamiento del gas, a los peajes, etc.
- Garantice la cobertura de la demanda.
- Respete las normativas impuestas por la Comisión Reguladora de la Energía (CRE) en cada país.
Este tipo de herramientas buscan y encuentran la mejor programación de recursos posible desde la extracción hasta los puntos de suministro considerando todas las particularidades de la red, dando soporte a decisiones como:
- La asignación de contratos entre plantas y red de transportes.
- El cálculo de gas licuado a regasificar y de gas natural inyectado o extraído de las plantas de almacenamiento subterráneo.
- La asignación de métodos y rutas de transporte desde las plantas de regasificación y desde los almacenamientos subterráneos.
- Las entradas y salidas en la red de trasporte a través de conexiones internacionales, y a través de yacimientos.
De esta manera, las compañías pueden optimizar la utilización de las plataformas de aprovisionamiento (plantas de regasificación y almacenamiento de gas) y aumentar la rentabilidad del uso de los contratos asignados para la planificación de transporte, cubriendo la demanda de gas natural al menor coste posible.
Nuestro expertise en energía
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